miércoles, 14 de octubre de 2009

Práctica escolar

Wicca, la vampirita, llegó emocionada a la escuela por lo que traía en la maleta. Se acomodó en el pupitre compartido y observó al pequeño ratón blanco de su compañero. De las demás mochilas salieron pájaros, gatos, más roedores y uno que otro suculento bebé.

Cuando el maestro lo indicó, los pequeños clavaron sus filosos colmillos. Un crujir llamó la atención de todos. De la boca de Wicca se desprendía un hilito carmín. El betabel estaba delicioso.