El monstruo avanzaba, corría cada vez más rápido. Se acercaba peligrosamente. Pero de nada le sirvió el esfuerzo, la chica ya no estaba. El monstruo había llegado tarde a la pesadilla.
Itzel Saucedo Villarreal
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Igual que el monstruo, creo que he llegado tarde a este blog, no hay nadie que escriba.
1 comentario:
Igual que el monstruo, creo que he llegado tarde a este blog, no hay nadie que escriba.
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